El lenguaje de baile de las abejas
Las abejas utilizan todos sus sentidos para encontrar las mejores flores incluyendo: aroma, color, forma, localización, textura de los pétalos y hora del día. ¿Pero qué hace una abeja cuando quiere decirle a sus hermanas lo que ha descubierto?
¿Cómo le dice una abeja a sus hermanas cuando encuentra lugares con flores gratificantes, un pozo para beber, o incluso una increíble casa nueva? Volará a casa y bailará. Es correcto, bailar. Las abejas experimentadas usan el ángulo de sus cuerpos relativo al techo de la colmena para decirle a sus hermanas la dirección y distancia aproximada de cualquier cosa por la que estén bailando. Entonces las ahora bien informadas hermanas van y verifican este sitio por sí mismas. Puedes jugar al juego de las abejas e intentar interpretar los bailes de las abejas por ti mismo.
Karl von Frisch ganó el premio Nobel en 1973 en parte por descifrar el lenguaje de las abejas. En algunos de sus experimentos puso una colmena de abejas en un campo con una sola fuente de néctar para que las abejas colectaran. El Dr. Frisch observó entonces a las abejas dentro de la colonia.
Después de largas horas de observación, notó que las abejas exhibían un comportamiento de “meneo” dentro de la colmena. Rastreó y midió a los animales conforme presentaban este comportamiento durante el día. Haciendo esto, el Dr. Frisch notó que las abejas cambiaban el ángulo en el que bailaban en la misma proporción en que el sol se movía a través del cielo. Descubrió que las abejas utilizaban el baile para dirigir a sus hermanas a la fuente de néctar en relación al sol. Posteriormente, el Dr. Frisch y otros, descifraron otras partes del lenguaje de baile de las abejas que codificaban distancia, pero aún hay mucho que podemos aprender sobre estos maravillosos pequeños insectos.